El Quebrantatobillos

En este mundo hay algunos individuos que se tildan a sí mismos de filósofos, e intentan darnos a conocer al resto de los mortales una retahíla innecesaria y absurda de lo que, supuestamente, son los productos de su brillante ingeniería de ideas.

Por contra, otros individuos rezuman agudeza mental sin darse tantos alardes. Uno de ellos es el señor Jesús, un auténtico embrollaconversaciones que, recientemente, ha sido galardonado con el premio de La Risa de Bilbao de este año al mejor micro relato por su trabajo «La Elección».

Cabe destacar en su haber histórico proezas tales como ser el primer vocalista de los Inner (pena de no haber coincidido como miembros en aquella época) o concederme dos meses de vacaciones hace varios años por obra y gracia de un encontronazo baloncestístico.

Sin más dilaciones, he aquí la obra premiada. Simplemente, increíble e hilarante…

La Elección (por Jesús Lozano)

-¿Se decide?

-Estoy abrumada, son tantas opciones.

-Ilimitadas, me temo.

-¿Ha estado en Marte?

-Buff, hace doscientos años.

-Entonces, no sabrá cómo estará el clima dentro de unos cinco siglos…  Quisiera asistir a la Declaración de Independencia.

-Déjeme consultarlo… Fue en Monte Olimpo ¿no?

-Querrá decir será.

-Sí, claro.

-Perdone la corrección, soy post-historiadora.

-Uff, tifones y tormentas eléctricas.

-Deje, deje… ¿Algo con playita y buen clima?

-Pearl Harbour 1941, ¡está en oferta!

-Estupendo.

-¿Fechas?

-La salida la quiero el año pasado y la vuelta para mañana, que tengo partida de Bacará con las chicas y me muero por contarlo.

Para aquellos con curiosidad, podéis ver los relatos finalistas aquí.

¡¡Un aplauso para el ganador!!

~ por Sir Worth en 19 octubre, 2011.

6 respuestas to “El Quebrantatobillos”

  1. jejeje, qué original, es igual que en el trabajo cuando te dan un encargo y te dicen que lo quiero para ayer 😉

  2. soy de dispersiones psíquicas…tienes libertad de expresión en mi espacio…Saludos!

  3. Fue un honor dislocarte el tobillo…

    • Veamos… un mes con el tobillo enyesado, sin poder apoyarlo y andando con muletas a todas partes… otro mes ya sin muletas, pero sosegado… y tres semanas más de vacaciones que empalmé… creo que, pese a lo doloroso del primer momento, mereció la pena.

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