Aunable
Hace tiempo leí o escuché una de ésas historias procedentes de la filosofía oriental. Contaba cómo un antiguo señor feudal convocaba a sus vástagos o vasallos (no recuerdo los detalles, francamente) de cara a ver cómo afrontar la inminente amenaza de un ataque enemigo por parte de un adversario poderoso.
El señor daba una rama al más débil de sus interlocutores, y le ordenaba partirla; cosa que el interpelado realizó sin complicación alguna. Después, juntó tantas ramas como personas reunidas en un atado y se las ofreció al más fuerte. Éste no pudo más que combar ligeramente el conjunto.
La enseñanza – moraleja decía que, frente a un problema común, la unión de los miembros imposibilita lo que, individualmente, es inevitable. O, al menos, lo dificulta en extremo.
Toda esta chapa me sirve para introducir una web en concreto: actuable.es . Su objetivo: unificar apoyos a favor de causas que, de otra manera, tendrían una difusión mucho más modesta. Poder plantar cara a administraciones públicas, instituciones,… con la garantía de que, si bien una voz puede ser ignorada o acallada, miles serán más efectivas de cara a plantear un cambio.
Son tiempos difíciles, y nos toca movernos. Pero no para salvar el cuello de los de siempre a costa de nuestro esfuerzo personal de sufridores ciudadanos de a pie; sino para quitarnos de encima toda esa recua de chupasangres que viven gracias al sudor de la frente ajena. Que todavía estamos a tiempo de hacer las cosas a las buenas; pero que puede llegar un punto que el populacho decida emplear métodos menos inofensivos.
Parafraseando al señor Alberti: a galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar…
El Viento Norte de la Torre Oscura 
La conocía ya, es una web estupenda y ojalá más gente se adhiriera a muchas de sus iniciativas. Al menos, sirven para hacer algo de ruido.
Es llamativo el hecho de comprobar lo apoltronados que estamos hoy en día, al menos por estas latitudes. Y más, viniendo de generaciones como la de nuestros padres, que consiguieron subir puntos en el estado de bienestar al lento ritmo de la lucha diaria.
Hay que ponerse las pilas, sin duda